viernes, 10 de julio de 2009

Minirrelato: I will survive


Incontables pañuelos tirados por el suelo.
Otra vez viendo Otoño en Nueva York, no tiene remedio.
Se le ve compungido y triste.
Otra vez pensando que es Winona Ryder.

- ¿Qué pasa contigo? ¿Es que no ves que es una mentira? Siempre acabo diciéndote lo mismo: ¡No existen los hombres como Richard Gere en la vida real!

- ¡Ja! ¡Envidia!- Y con un aspaviento de tu boa de plumas rosa te diriges a tu cuarto a escuchar a Gloria Gaynor tu himno. Mi lema, I will survive.

Porque sí, sobreviviré. A todo lo que se empeña en ponerme la traicionera zancadilla de la confianza. Algo que espero que salga bien termina distorsionándose hasta mostrar un aspecto espeluznante y atroz. Vamos, se nota que cuando nací empecé con la estrella fundida, porque no he tenido ni una pizca de suerte en la vida.

A cada cosa conseguida sacada de mis costillas, entrañas, y alma marchita; pero al fin y al cabo conseguida. Un logro a día de hoy. Nadie se esfuerza tanto por nada y menos en esta época, acostumbrada a los fast-food, a las tarjetas de crédito y a las extensiones de queratina combinadas con mechas fantasía.

Nadie recuerda el pasado, la honra de compartir tu dicha con alguien cercano, la satisfacción de saber que tu lucha es un bien para los tuyos aparte de para ti mismo. Es bueno tener sueños y querer realizarlos, pero también saber desear lo que uno tiene y saber medir lo que uno obtiene valorándolo en la balanza del juicio de las razones morales. Es normal que razón y corazón se batan en un duelo a muerte para poder llevarse ese sueño a su terreno.


Por eso no confío en que los hombres como Richard Gere en Otoño en Nueva York existan de verdad. Es más, mi compañero de piso me lo asegura. Usa a los hombres como se usan unas bragas: para una vez o como máximo para dos si en ese momento no duerme en casa. Así que lo que acaba haciendo únicamente es ser hipócrita consigo mismo, hace algo que según parece es algo que no piensa. Supongo que ya sabe que así no se consigue al hombre de tu vida entre folleteo y folleteo; a lo más que puedes aspirar de propina es recibir una buena dosis de ladillas u otra enfermedad venérea.

De todos modos, aunque sea una escéptica, una pequeña yo, como quizás un grano minúsculo de arena, mantiene la esperanza de poder ser feliz junto a alguien. Esta 'miniyo' me hace ver la vida de color de rosa, llena de luz e ilusión; y me obliga a pensar que por descontado sí tengo a esa persona esperándome y que sí tendré suerte en el amor.



XXX

M♥

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