sábado, 29 de agosto de 2009

En proceso de ser hija única

Ohayooo gozaimasu!! ^^

Me encuentro en estos momentos en una reclusión laboral de ocho horas... Y como no tengo nada mejor que hacer he decidido escribir sobre algo para alertar a la población del mundo...

Hay un virus (y no el de la gripe A) el que se está cargando las familias (o al menos así he comprobado que ha ocurrido...) : Es el temido virus de la dependencia parejil.

Este virus existe desde que el mundo es mundo, pero la gente trata de obviarlo achacándolo a otro tipo de factores: herencias, condiciones sexuales distintas a las 'normales', peleas por equipos de fútbol.... Pero no! Es el virus de la dependencia parejil el causante de todas estas separaciones.

Lo sé, es alarmante. Las víctimas de ello son muy claras:

- Tienen dependencia de la familia. Es una persona casera y familiar. No es propensa a salir.

- Tienen un genio terrible que depende del momento en el que está lo tienen oculto o lo exteriorizan. Normalmente la primera damnificada en este caso es la familia que, sin comerlo ni beberlo, recibe los ataques de estos especímenes de manera indiscriminada.

- Son personas que no demuestran ningún signo de afección, sólo están como un ente apático en el ecosistema familiar.

Al final se sabe que aunque no parezca estar muy presente en cuanto a nivel mental se refiere, se sabe que el sujeto está dentro del núcleo familiar: interactúa, da opiniones, e incluso puede llegar a colaborar en lo quehaceres del día a día.

La familia es la que ayuda a habilitar y a conducir por el buen camino pero, hay una rémora que es la que se encarga de expandir este tipo de virus: un sujeto del sexo opuesto (o del mismo) que atrae con acciones de cortejo a la víctima que cae rendida a los pies. Este temible ser cortejador es equiparable al odioso gusano que tenían todos metidos en la película de 'The Faculty' y se encarga de destrozar una por una las neuronas que tan trabajosamente la familia se encargó de cuidar, mimar, y activar para que fueran de provecho. Me pregunto si dentro del cuerpo de cada víctima hay un 'Osmosis Jones' como en la peli para combatir esta invasión indiscriminada.

Cuando Mr. o Miss Worm entra en contacto visual con la víctima es como si viera el Sol por primera vez. Sienten una obcecación y adoración inmediata, son como un niño viendo dibujos animados; no ven nada más que la tele y se abstraen del resto del entorno para no perderse detalle de sus acechores camuflados como bellos pavos reales.

Después de eso, una vez que consiguien hacerse con la víctima, Mr. o Miss Worm se encarga de asegurarla tratando de hacer todo lo más oficial posible (las típicas presentaciones a amigos y familia) para así dar estabilidad a la víctima para que no vea que se está divirtiendo con ella o que no quiere que sea para un rato. No paran de estar todo el día juntos hasta que el uno por el otro cambian sus maneras de vivir. Llega a darse el caso que hay una mutación genética siamesa en la cual ambos quedan adosados en un único cuerpo.
Cuando llega la fase siamesa, la familia sospecha que algo no anda bien pero aún confían en el buen criterio que le han inculcado a su retoño para que separe los conceptos y abogue por el sentido común (craso error).

Y al final lo que se ve es una clara extirpación de la víctima del núcleo y vida familiar y se reinserta en lo que se consideraría 'familia política' con una naturalidad sorprendente. A partir de este momento la víctima es una clara posesión de Mr. o Miss Worm como si fuera un libro o un mechero. Apenas hace vida familiar y en cualquier cuestión antepone a su querido 'wormito' que a la gente que le dio la vida y un techo donde poder crecer. Y esto seguirá así hasta que al final Mr. o Miss Worm se canse de tener al lado un pelele que ya se le ha acabado las pilas o que ya no le aporta una diversión.


Os voy a enseñar un plano fotográfico de estas fases:
Fase 1:

Fase 2 :


Fase 3 :


Fase 4:






Fase 5:

Avisados quedáis. Tened cuidado porque es peligroso y altamente contagioso; por esta razón me he quedado sin hermanos (son todos uns pusilánimes ¬¬) XDDDDD. En este tipo de casos se puede aplicar el dicho que dice que tiran más dos tetas que dos carretas o si no en su versión masculina que no sé cual será...

Y con esto os dejo pensando. Es muy importante la pareja, no lo pongo en duda (soy el colmo del romanticismo...) pero no por ello tenemos que cegarnos y dar de lado a los nuestros. Hay que ser capaz de buscar la medida justa para compatibilizar la familia y la pareja. Y tengo la convicción de que es posible ^^.

XXX

M♥

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